viernes, 30 de septiembre de 2011

Hombre inadecuado para su silla

Papel/arcilla (50%) sin hornear todavía

lunes, 26 de septiembre de 2011

lunes, 19 de septiembre de 2011

jueves, 1 de septiembre de 2011

Tirar todo

Hoy tiré todo del librero de mi hijo. Escondí la computadora y saqué el televisor. Hace días, sino meses, que me pregunto qué le pasa a los chicos que me rodean que no se interesan en nada, no tiene ningún afán, ninguna pasión y veo con terror cómo va llegando el día en que mi hija menor empieza a dejar de dibujar, pintar, construir, coser, todo va quedando relegado por sentarse frente a la tele o para jugar en la compu. Hoy tiré todo y me puse a llorar, eso que no quería que perdieran, lo que yo hubiese querido no perder de mi infame niñez, ellos también lo van perdiendo, sus cerebros se van anquilosando como los músculos del enfermo en cama, observo con espasmos cómo desperdician sus potenciales y talentos.

Hoy tiré todo del librero de mi hijo mientras gritaba, tiré los libros de Leonardo, los de dibujo de anatomía, los cuentos y  novelas, los lápices y cuadernos de dibujo vacíos, los diccionarios de alemán, italiano, inglés ¡para qué todo esto! ¿para qué todo esto si vas a terminar jugando a ese maldito juego de la compu y nada más? ¿para qué el saxo? ¿para qué la guitarra? ¿para qué el colegio alemán si nos sabés decir ni salchicha? ¿para qué estos marcadores carísimos y el bloc de cómics?

Tiré todo, saqué la compu y la tele. Quizás si no tengan eso, empiecen a aburrirse y cuando el aburrimiento sea mucho, insoportable, se animen a otras cosas, a dibujar, a escribir cuentos, a experimentar con la química y la fisica de la cocina y el jardín, a coleccionar estampillas u hojas secas, a salir a caminar o andar el bici, a tomar un curso de teatro o acrobacia...

Y, al final, lloré porque he estado equivocada como tantos padres, dándoles de todo creyendo que les doy oportunidades, cuando la oportunidad está en la voluntad de cada uno, cuando la oportunidad muchas veces va de la mano de la precariedad, porque en una cultura de la precariedad, como decia mi maestro Fidel S.,  no tener nada nos obliga y nos motiva a crearlo todo, porque tenerlo todo nos va vaciando y secando, como veo que se vacia y seca la hija de P., como veo que mis propios hijos empiezan a tomar ese terrible camino del sinsentido humano que desemboca en la superficialidad y la estupidez, en el egoísmo y la acumulación.